Un juguete de madera para celebrar de una forma especial y aprender los ciclos del tiempo.
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La importancia de celebrar:Tradicionalmente el anillo de celebraciones se ha utilizado como elemento decorativo para celebrar los aniversarios de los miembros de la familia, las festividades populares o los cambios de estación. El objetivo no es otro que celebrar con todos los sentidos, reunirse en una mesa, compartir experiencias, crear un ambiente especial y seguir fortaleciendo nuestro vínculo familiar. Durante la infancia cada día es una nueva experiencia llena de aprendizajes que los más pequeños quieren expresar, compartir y recordar. Celebrar los momentos especiales en familia refuerza su confianza y autoestima, al tiempo que les ayuda a comprender el concepto del tiempo y sus ciclos. ¡Tenemos muchas cosas a celebrar!Celebrar festividades cíclicas:Son aquellas que se repiten a lo largo del año en el calendario y que ayuda a los más pequeños a tomar conciencia del paso del tiempo. De esta manera, las celebraciones anuales nos ayudarán a situarnos en el tiempo e interiorizar conceptos como "el año pasado", "la próxima primavera" y a tener un vínculo entre nuestros recuerdos y nuestro presente. Días especiales como los cumpleaños, la Navidad o los cambios de estación, son algunas de las festividades cíclicas que acostumbramos a celebrar.Celebrar eventos y días especiales: Son justamente aquellas celebraciones que no necesariamente vienen marcadas en el calendario, las que nos ayudan a poner en valor lo que sucede en nuestro entorno y a compartirlo de una forma positiva. El inicio de un nuevo curso, la llegada de un nuevo miembro a la familia, las vacaciones, un cambio de casa, la caída de un diente o una excursión con amigos, pueden ser buenos motivos para celebrar y compartir de una manera especial.Otros usos: Podemos usar el anillo de celebraciones como decoración o centro de mesa, como parte del juego simbólico, utilizando las figuras para hacer story telling, recrear un cuento o simplemente encendiendo las velas para acompañar una tarde de juegos. El anillo de celebraciones puede estar presente de infinitas formas en nuestro día a día.Podemos celebrar la llegada del otoño, la Navidad, un cambio de casa, el inicio de un nuevo curso o una tarde de lluvia en familia.

Los cumpleaños:Según la tradición Waldorf, el anillo debe prepararse colocando tantas velas y figuras como años se celebren y el número. Se decora con figuras que estén relacionadas con los gustos o la vida del niño. De esta manera, al cumplir el primer año pondríamos una figura con el número 1, una vela y una figura que represente ese primer año de vida. Al cumplir dos años, cambiaríamos el 1 por el 2 y sumaríamos una vela y una figura más, de manera que el anillo crecerá al ritmo que lo harán los peques. Podemos acompañarlo con telas, fotografías y elementos naturales, como flores o frutos de la estación y, llegado el momento, cuando se enciendan las velas, los familiares pueden contar una pequeña historia sobre la vida del niño, con recuerdos y anécdotas por cada uno de los años cumplidos hasta el momento.Este debe ser un momento de reflexión y de vínculo con el pasado, pero también una celebración que facilite a los más pequeños la comprensión del ritmo anual y los ciclos, un recurso fundamental para ayudarles a comprenderse a sí mismos y al entorno. El conocimiento de los ritmos, como explica la pedagogía Waldorf, permite a los niños ganar seguridad, confianza y les ayuda a ubicarse en el tiempo. Además del anillo de celebraciones, materiales como el calendario semanal, el calendario anual y el calendario lunar, también nos ayudan a hablar de los ciclos e introducir el concepto del "tiempo" poco a poco.Ideas y propuestas para utilizar tu anillo de celebraciones:
El anillo de celebraciones permite crear nuevas tradiciones alrededor del día del cumpleaños y hace que los pequeños (y no tan pequeños) se sientan especiales y protagonistas.
Los días señalados y las estaciones:Podemos utilizar el anillo de celebraciones como centro de muchas otras festividades como la Pascua, Navidad, San Juan, el día de la madre, carnavales o la fiesta mayor, pero también aquellos días especiales para cada familia, como el inicio de un nuevo curso, un cambio de casa, la llegada de un nuevo miembro de la familia o un fin de semana para recordar.Con la llegada de las estaciones tenemos una gran oportunidad para aprender a observar los cambios en la naturaleza y redescubrir nuestro entorno. Podemos preparar una mesa de estación en cualquier rincón de la casa y decorar nuestro anillo con figuras y elementos naturales propios de la temporada. Esto refuerza el interés de los niños por su entorno y despierta su curiosidad. Con figuras como los animales del bosque, algunas velas, castañas, hojas de los árboles y todos esos tesoros que nos encanta recolectar, tendremos una mesa de otoño preciosa.Materiales como el calendario semanal, el calendario anual o el calendario lunar, también nos ayudan a hablar de los ciclos e introducir el concepto del "tiempo" poco a poco.


Con varios participantes es muy divertido si cada uno construye una parte de la historia o la continúa eligiendo nuevas figuras. Este juego ayuda a desarrollar la imaginación y siempre acaba con destornillantes giros de guión. Con la variedad de figuras que hay, es muy sencillo también relacionarlas con personajes y elementos de los cuentos que tengamos en casa y jugar a representarlos o crear nuestra pequeña obra de teatro.


